La Asociación ARETÉ también tiene sus momentos de relax. El pasado domingo día 19 de Diciembre nos reunimos para celebrar la tradicional comida navideña. En esta ocasión la celebramos en Escuela de Hostelería Santa María de Belén, en la que la verdad es que nos sentimos como en casa. Para mí fue un placer comprobar como la familia va creciendo poco a poco. En actividades como esta nos volvemos a encontrar muchos miembros de esta asociación a los que en ocasiones no podemos ver muy a menudo por distintos problemas, pero que sabemos que están ahí y que nos alegra sobremanera sentirlos tan cercanos en ocasiones tan sonadas como esta.
Hay que agradecer especialmente a nuestra gran organizadora de festejos, Lola, que realmente se deja la piel tratando de que todo salga lo mejor posible, y curiosamente siempre lo consigue. Una asociación es una familia en la que todos juegan un gran papel, y eso se puede ver en ARETÉ, pues sin problemas ninguno encontramos a personas que se encargan de distintos cometidos de forma altruista, y en muchos casos anónimas, pero creo que como de bien nacido es ser agradecido, estas palabras deben servir para agradecer a nuestra grandísima Lola por su labor en la preparación de este tipo de eventos. Asímismo hay que agradecer a todas y todos los que de alguna forma han participado en la organización, como Pilar, Encarna, Victoria, Rafa y probablemente se me escapa alguien por lo que pido disculpas de antemano.
En esta comida lo pasamos genial, tanto adultos como infantes y jóvenes. Hubo espacio para todo, la comida, las risas, las alegrías, los brindis, los juegos, la amistad... y cómo no, los villancicos; de los que tengo pruebas jejeje
Esperemos poder seguir disfrutando de eventos como estos en años venideros. Creo que este crecimiento es prueba del bien hacer de esta entidad de cerca de diez años de antigüedad que año a año lucha por hacer mejor las cosas, que traducido significa atención a nuestros hijos e hijas, y por ende a todos los niños y niñas de Altas Capacidades de la provincia, aunque ellos no lo sepan.
Gracias familia por dejarme participar de vuestra amistad.
Brindo por que la amistad, forjada en buenos momentos en forma de sonrisas, consejos acertados, ánimos y aciertos; se conserve eterna. Feliz 2011, feliz vida, acierto y atención
Diego Rodríguez.
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