Etapas de la superdotación
El desarrollo de las capacidades intelectuales del superdotado se puede dividir en tres etapas cruciales:
- Niñez
El bebé superdotado no es como los demás niños de su edad. Muestra gran precocidad en el aprendizaje y en la interacción con el entorno.
Son muy sensibles y responden antes que un bebé normal a los estímulos tanto visuales como auditivos. Sin embargo si los estímulos ópticos son repetitivos no les prestan demasiada atención debido a que poseen una extraordinaria memoria fotográfica.
Su desarrollo comunicativo es prematuro. Comienzan a hablar antes que un niño normal y su vocabulario será más extenso, pero aún así el lenguaje expresivo será igual al de los demás niños de su edad. Lo que sí se aprecia es un mayor uso de formas interrogativas, fruto de su gran curiosidad.
Durante esta etapa el niño suele mostrar una amplia capacidad para realizar gran cantidad de trabajo al que dedicará mucho tiempo y esfuerzo. También mostrará mayor competitividad con todos sus iguales en el campo del talento con un gran afán de ser el mejor y habilidad para aprender con rapidez nuevas técnicas relacionadas con su talento. Ya en los bebes superdotados puede apreciarse esta perseverancia y una alta gratificación personal cuando logran realizarla correctamente.
La familia es muy importante para que el bebé desarrolle su capacidad intelectual, pues una buena respuesta familiar facilitará una correcta evolución. Por otro lado, está demostrado que el orden de nacimiento influye en el superdotado. El primogénito suele recibir una estimulación directa por parte de la madre, y las reacciones de ésta también son mayores si se compara con los hijos posteriores.
- Adolescencia
Este periodo no es fácil para la vida de una persona, y se complica aún más cuando hablamos de los superdotados porque es una etapa de grandes transformaciones.
Las capacidades cognitivas cambian y los jóvenes reflexionan sobre sus propios pensamientos, tienen opiniones sobre conceptos relacionados con los valores sociales y morales cada vez más concretos y afianzados.
También en este periodo el papel de los padres es crucial, ya que la falta de interés de los progenitores por el trabajo de sus hijos puede generar que el rendimiento de los superdotados baje, así como la falta de seguridad en ellos mismos. Existe un porcentaje muy importante que si no recibe el apoyo necesario opta por abandonar los estudios, a pesar de su alto coeficiente intelectual.
Deben de tener libertad para tomar decisiones y cierta independencia, aunque sin descuidar el apoyo familiar.
Este tipo de jóvenes, aunque no suelen tener problemas con sus compañeros, prefieren compartir su tiempo extraescolar con personas mayores, con desarrollo intelectual parecido al suyo y sus amigos suelen ser más escasos que los de cualquier adolescente de su edad.
En recientes investigaciones se ha demostrado que hay una estrecha relación entre inteligencia, confianza en sí mismo, autoimagen positiva y autoaceptación.
- Madurez
El superdotado que ha conseguido un nivel de formación apropiada suele conseguir un buen puesto de trabajo, normalmente de especialista, con una remuneración acorde con su nivel de responsabilidad y en el que trabajará con comodidad.
Es corriente que trabaje aislado pero que sea valorado por sus compañeros por su alta capacidad para resolver problemas o realizar un trabajo de alta calidad.
Si durante la adolescencia abandona los estudios y no consigue el nivel de formación adecuado es probable que desarrolle un tipo de trabajo que no exija especialización, en el que se encontrará con grandes problemas de aceptación de sí mismo, y a menudo también puede tener dificultades para aceptar normas de sus superiores.
El alto coeficiente intelectual no es garantía de éxito en la vida y tampoco exige que el superdotado tenga que optar por una profesión determinada y ser físico, matemático o ingeniero aeroespacial. Hay profesionales con una capacidad intelectual excepcional en todos ámbitos laborales. El superdotado debe desarrollar su inteligencia acorde con sus circunstancias personales y profesionales con el fin de conseguir su bienestar.
¿Cómo ayudar a un niño superdotado?
Para los padres o tutores nuestros consejos básicos serían que les prestaran atención a sus inclinaciones por la lectura, el arte o los números y ayudándole a desarrollar estas habilidades. Podemos llevarlos a lugares donde aprendan cosas nuevas, como museos, bibliotecas, etc. Será una buena acción también estimularlo para que no se aburra, respondiendo lo mejor posible todas sus preguntas e inquietudes e inscribiéndole en alguna actividad extraescolar en la que pueda desarrollar alguno de sus potenciales.
En cuanto a la escuela, sería conveniente hablarlo con su profesor, y si hay acceso y posibilidad en el centro docente, hacer un pequeño seguimiento por un psicólogo del colegio para evitar que se aísle de los demás y que pueda tener un ritmo de aprendizaje adecuado.
Por otro lado, existe la opción de la aceleración escolar, en la que el alumno puede saltar un curso e ingresar en uno superior (en total, se puede acelerar hasta tres años en la escolaridad obligatoria y otro más en la post obligatoria). Pero antes de tomar una decisión como esta, deberíamos de hablarlo y valorarlo bien con el niño, pues si a veces ya tiene dificultades de sociabilización con los que ya conoce, no sabemos cómo le afectaría cambiar de entorno de amistades y tener que estar con otros compañeros mayores y cuyas afinidades ya están hechas de mucho tiempo atrás.
Otra opción menos drástica pero también efectiva sería la adaptación curricular. Esta posibilidad que se aplica por parte de los profesores de forma indiscutible hacia niños con un rendimiento escolar muy bajo y con dificultades de aprendizaje, es sin embargo menos popular cuando se solicita hacer a niños que están en el lado contrario, pues los profesores piensan que no hace falta estimularles ni prestarles tanta atención, total ya son niños listos. Pero como ya hemos visto, un niño mal tutorizado puede acabar en fracaso escolar. Además, esta opción hace que conserve sus amigos y su entorno de forma más normalizada.
En cuanto a los programas para chicos superdotados han generado mucha controversia. Algunos los critican por ser elitistas y mandar un mensaje de mediocridad a aquellos que no han sido elegidos como superdotados. Aunque es cierto que no es bueno segregar, es conveniente que estos niños reciban una atención especial.
Es recomendable que los niños vayan a una escuela normal, pero que inviertan más horas de estudio semanales que los demás en programas de aprendizaje enriquecidos. Para esto, el educador y la familia deben formar un equipo para seguir de cerca los avances del pequeño.
Si no reciben un trato adecuado, los niños superdotados suelen desarrollar problemas sociales. Además, si la educación que reciben no se ajusta a sus necesidades, se vuelven inactivos, distraídos y tienen una mala conducta.
Marta Guerri Pons
Psicóloga
Colegiada nº 15024
sin interés por nada y sin ganas con un C I de 160
ResponderEliminarno recibimos ninguna ayuda de los gobiernos y mucho menos de delegación dejan que los niños fracasen después nos mienten diciendo que ANDALUCÍA va bien ¿para quien? me pregunto yo. Que mentirosos que no nos engañen mas y que ayuden a estos niños que mi hija tiene depresión con 8 años, mentira todo mentira
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