En principio quisiera dar las gracias a nuestro amigo D. Francisco de Paula por hacernos llegar este texto que creemos que es ideal para mostrar prácticas educativas interesantes. Asimismo os animamos a enviarnos vuestras prácticas que puedan enriquecer a otros en su trabajo con alumnado de Altas Capacidades.
En muchas ocasiones nos encontramos con una respuesta común en muchos centros al pedir que se atiendan a nuestros hijos e hijas según sus capacidades: "no podemos hacer nada porque son muchos los alumnos que tenemos en clase y cada uno es de una forma". Tratando de ayudar a aquellos que piensan que no se puede hacer nada, hemos traído aquí una experiencia que se llevó a cabo en nuestra provincia y que puede resultar muy enriquecedora. Es un ejemplo de trabajo por proyectos, que esperemos que pueda servir de ejemplo. Dividimos en dos esta entrada porque es un artículo un poco largo.
El mar: ¡olas y caracolas!
Francisco de Paula Rodríguez Miranda y Dolores Romero Tenorio.
CEIP Virgen del Carmen1(Punta Umbría-Huelva)
1. Introducción
Antes de relatar nuestro caso, queremos destacar que, entendemos por proyecto de trabajo (en adelante, PT) aquel que cumple a grosso modo tres características básicas; la primera es, que tienen que ser interesantes para el que aprende; la segunda, que tienen que ser relevantes para la cultura escolar a la que el alumnado accede, tanto es así que debe permitir ahondar en los conocimientos que se van adquiriendo; y por último, y no menos importante, dado que los objetos de estudio y la escuela no pueden asumirlo todo, se tendrían que escoger aquellas propuestas que tuvieran una repercusión de carácter social. Es, en este sentido, donde podemos entender que una temática puede no haber sido verbalizada por el alumnado, pero ello no indica que deje de serle interesante.
Está claro que las personas aprendemos a expresar nuestros intereses, siendo la escuela un entorno privilegiado para ello, y la labor del docente, entre otras, ha de ser la de captarlos del que aprende. Esto lo podemos conseguir de distintas formas, pero aunque nos pueda parece lógico preguntarle directamente al alumnado ¿qué te interesa?, ello nos podría llevar directamente a intereses triviales, pasajeros debido a modas o insustanciales y de poco calado. Tanto es así, que pensamos, que lo más propicio, a la hora de acercarnos a los intereses de nuestro alumnado, es que el profesorado sea capaz de disponer situaciones que despierten su interés.
Ahora bien, no debemos olvidar el notable espacio que ocupa, en todo este proceso, el compromiso. Involucrarse activamente en lo que se hace es fundamental, para así poder responder a los pequeños problemas que surjan. Como decíamos, este compromiso tiene que llegar desde todos los sujetos (familia, alumnado y profesorado) que intervienen en el proceso educativo, y aunque esto es bastante complicado por infinitos motivos, el maestro y la maestra tienen que realizar esfuerzos para conseguirlo como eje motor, de todo este entramado socioeducativo, que son.
También creemos que, los proyectos de trabajo, como metodología, vienen a redefinir las relaciones de poder dentro del aula. La organización del currículum por PT permite una planificación colaborativa, entre el profesorado y el alumnado (y en la que tiene un papel activo la familia), tanto de los conocimientos que se van a trabajar como de la profundidad de los mismos. Además, organizar el currículum alrededor de un problema, tema organizador, o centro de interés, permite conectarlo a la realidad del mundo exterior más compleja y amplia. En este sentido, los temas elegidos suelen dar respuesta a cuestiones reales, problemáticas tanto personales como sociales, que se analizan de manera crítica, llegándose a actuar socialmente si fuera el caso.
Todo ello, unido a la utilización flexible de los recursos que disponemos, hace que los PT sean una muy buena propuesta para trabajar con alumnos y alumnas con un acceso al conocimiento dispar.
Seguidamente, resaltar que si bien la motivación del alumnado está prácticamente garantizada al participar activamente en la toma de decisiones no sólo de los temas a trabajar sino del alcance de los mismos, lo más destacado de los PT es que permiten organizar tanto las experiencias como los conocimientos trabajados de manera que se integren mucho más fácilmente en sus esquemas de significado, lo que les facilita, para posteriormente, hacer transferencias a nuevas situaciones.
En definitiva, hemos optado por este modelo curricular ya que: primeramente, permite partir de temas que son relevantes tanto para el profesorado como para el alumnado, y por ende para la sociedad; en segundo lugar, pues integra contenidos muy diversos; en tercer lugar, el aprendizaje que se lleva a cabo sirve para comprender y para hacer; en cuarto lugar, porque todos los participantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje lo hacen activamente; y por último, el conocimiento que se adquiere, se expresa, a través de experiencias en el desarrollo del proyecto, y se aplica, en diferentes actividades.
- Contexto
El PT El Mar: ¡Olas y Caracolas! se desenvolvió en el Centro Público de Educación Infantil y Primaria Virgen del Carmen. Este colegio se encuentra ubicado en pleno centro de la localidad de Punta Umbría, a escasos 100 metros de su puerto pesquero. Su enclave geográfico, sita en la costa suratlántica de Andalucía, en la provincia de Huelva. El pueblo está bañado, por el Océano Atlántico al sur, y por la Ría de Punta Umbría en el estuario de los ríos Tinto y Odiel al norte. Como rasgos medioambientales más definitorios tiene el encontrarse entre sus alrededores parajes naturales como: las Marismas del Odiel, los Enebrales de Punta Umbría, y la Laguna del Portil. La economía puntaumbrieña se asienta sobre la base, primeramente, de la pesca y, en segundo lugar, del turismo. Estas dos actividades permiten que la localidad sea uno de los motores de desarrollo económico y social de la provincia.
Nuestro Centro disfruta de dos líneas, donde se atienden a un total de 356 alumnos y alumnas distribuidos de la siguiente forma: 89 niños y niñas pertenecen a la etapa de Educación Infantil, y 273 niños y niñas a la de Educación Primaria. Hasta hace pocos años el Centro se encontraba dividido en dos edificios, el actual, dedicado a la E. Primaria, y el Anexo Caracola, para la E. Infantil. Al día de hoy, tras la reforma y ampliación, sobre el edificio ya existente, estrenamos el nuevo inmueble obteniendo una serie de recursos y la actualización de otros que nos han permitido disponer de todo lo necesario para conseguir una formación integral de los niños y niñas a los que atendemos.
La edificación consta de dos plantas y un edificio anexo. En la planta baja se encuentran las dependencias administrativas (secretaría y dirección), la sala de profesores, la biblioteca, el gimnasio, el salón multiusos, y las aulas de apoyo, de educación especial, de informática, y de inglés. En la primera planta se sitúan las aulas de Educación Primaria. Y el edificio anexo, está dedicado íntegramente a la etapa de Educación Infantil.
Nuestro alumnado no presenta grandes problemas ni de conducta ni de desarrollo. El índice de fracaso escolar en la enseñanza infantil es prácticamente nulo, y los padres y madres están bastante implicados en la marcha de la educación de sus hijos, que en algunos casos son descendientes de antiguos alumnos. La mayoría de los progenitores trabajan, o bien, alrededor del sector pesquero y servicios dentro de la propia localidad, o bien, en la capital Onubense, por lo que bastantes niños y niñas utilizan el servicio de Comedor Escolar.
El ambiente cultural de las familias es medio, y como aspectos positivos podemos destacar que el clima de convivencia es bueno, no existen conflictos de relevancia entre los vecinos. Actualmente comienza a detectarse un aumento del alumnado inmigrante, pero es escasamente significativo, y su procedencia es, mayoritariamente, de habla hispana.
La plantilla del Centro está compuesta por: nueve maestros de Educación Primaria (siete mujeres y dos hombres), siete maestras de Educación Infantil, dos especialistas de Educación Física (una mujer y un hombre), un maestro de Inglés, una profesora de Educación Especial, un especialista en Música, y una profesora de Educación Religiosa. Como podemos observar la etapa de Infantil esta completamente constituida por profesoras, tres de las cuales tienen destino definitivo en el Centro. Las cuatro plazas restantes, las ocupan maestras interinas que, por lo general, suelen estar sólo un curso académico, por distintos motivos en los que ahora no podemos profundizar. Su edad oscila entre los 28 y 55 años, aunque las profesoras con mayor edad suelen ser las que ostenta plaza definitiva en el Centro. El compañerismo, la complicidad y la confianza es un rasgo importante en nuestra relación como maestras, pues algunas llevamos varios años en este centro y eso facilita el acercamiento a metodologías de trabajo que implican un mayor esfuerzo a la hora de organizarse y coordinarse. La llegada de nuevas profesionales supone un reto, pues esperamos que incorporen nuevas ideas y participen de las acciones que desarrollamos en nuestra práctica.
3. La experiencia
El objeto de estudio sobre el que nos propusimos trabajar fue El Mar, ya que así lo habíamos decidido al comienzo de curso, y para ello nos estábamos preparando cuando nos constituimos como Grupo de Trabajo. En este sentido, nos marcamos como principal objetivo el averiguar cómo partir y aprovechar las ideas de los alumnos para la programación de proyectos globalizados.
El anterior proyecto que abordamos, El Camaleón: un amigo entre las dunas (Rodríguez y Romero, 2006) fue un trabajo más centrado en el interés directo del alumnado, ya que surgió en el momento en que un escolar trajo al aula un camaleón. Pero en este caso El mar: ¡olas y caracolas! ha sido una propuesta pensada más desde los docentes que, en este sentido, han deparado en los intereses que los niños y niñas sienten y reflejan por el mundo marino (y que frecuentemente manifiestan en sus conversaciones), y cómo no, dado que responde plenamente a su contexto cercano y les afecta directamente, pues viven en un pueblo marinero.
Nuestras programaciones de aula, para esta investigación, convergieron dando lugar a una experiencia en la que participó conjuntamente toda la etapa de Educación Infantil. Las negociaciones que se llevaron a cabo fueron a tres bandas, con los alumnos y alumnas, con las familias, y entre nosotras. Con respecto a: nuestro alumnado, convenimos fundamentalmente dar respuesta a sus intereses; las familias, primeramente les informamos sobre las diferencias a la hora de trabajar en este último proyecto, a través de una reunión y una carta informativa en la que solicitábamos su participación e implicación en el desarrollo de la experiencia, ajustando finalmente los niveles de colaboración; al equipo de maestras, acordamos la distribución de tareas, la estrategia a seguir al realizar algunas actividades, como las salidas a la playa y a la Casa de la Cultura, también delimitamos los horarios de utilización de varios de los recursos que íbamos a crear, para que de esta manera todas pudiéramos utilizarlos. En definitiva, programamos el desarrollo lógico y normalizado de un Proyecto de Trabajo que nos involucraría a todas con las dificultades que ello conlleva, previendo incluso posibles inconvenientes que pudieran ir surgiendo en el desarrollo de la experimentación.
Todas coincidimos en que, la clave, para poder desarrollar una propuesta como esta, radica en las reuniones de ciclos, donde se confecciona todo el proyecto y se regulan las prácticas. Luego se asignan las tareas,… bueno pues a ti te toca esto, tú te encargas de llamar a la Casa de la Cultura, vale pues yo hablo con el Ayuntamiento para..., además de los quehaceres propios de las tutorías de cada una, de llamar a los padres, las actividades de cada clase, etc. Por ello, consideramos imposible llevar a cabo una experiencia de este tipo de manera individual, la colaboración entre los docentes facilita y encauza un trabajo de calidad.
Una de las tareas preliminares que realizamos fue la confección de la trama inicial, que se elaboró con los conceptos previos y con las aportaciones que iban surgiendo a lo largo de las primeras actividades de motivación. Así, algunas de las preguntas de referencia que nos hicimos, y con las cuales pretendíamos investigar, fueron:
-¿Qué es el mar?
-¿Cómo es?
-¿Cuál es su color, su sabor, su olor, su tamaño,…?
-¿Qué animales y plantas hay en el mar?
-¿Cómo es la arena de la playa cuando está seca? ¿Y cuando está mojada?
-¿Qué nos da?
-¿Cómo podemos divertirnos en él?
-¿Hay algún peligro en el mar?
-¿Cómo son los transportes en el mar?
A partir de estas preguntas, el alumnado, en asamblea, asesorado y orientado por las profesoras, elaboró la siguiente red básica para trabajar el proyecto de investigación. Trama inicial que nos ayudaría al tratamiento didáctico de la experiencia.
Cuadro 1: Trama de referencia del PT El Mar: ¡Olas y Caracolas!
Con las respuestas que fueron surgiendo, elaboramos una serie de conclusiones relacionadas con las ideas previas del alumnado, que si bien significaron el punto de partida oficial de la experiencia, también las utilizamos posteriormente para ir configurando la trama en evolución.
En relación a los objetivos, los entendemos, no como metas rígidas a las que deben llegar todos los alumnos y alumnas, sino como guías que orientan la enseñanza y el saber (CAÑAL, POZUELOS, TRAVÉ, 2005). Así nos encontramos con algunos como son, conocer y observar el entorno cercano y algunos de sus elementos naturales (El Mar) para establecer relaciones entre su propia actuación y las consecuencias que de ello se derivan, y adquirir habilidades básicas para la investigación.
Asimismo pensamos que, los contenidos, son todas aquellas informaciones, tanto del saber científico, como del cotidiano, y/o escolar, que intervienen en la construcción de significado a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje, y que no se encuentran delimitados por ninguna disciplina sino que, antes al contrario, rebasan esa jerarquía y se nutren más ampliamente (GIMENO SACRISTÁN, J. y PÉREZ GÓMEZ, A. I., 1992).
Cuadro 2: Contenidos del PT El Mar: ¡Olas y Caracolas!
El presente trabajo por proyectos fue pensado para ser desarrollado durante al menos un mes, así nos encontramos a finales de mayo su inicio y la totalidad del mes de junio, aproximadamente veinte días, a lo largo de los cuales flexibilizamos nuestra jornada escolar dependiendo del tipo de actividad que desarrolláramos y de las necesidades de nuestro alumnado. Además, dedicamos tiempo para: las rutinas y hábitos, las asambleas, el descanso y la relajación, situaciones de alimentación, el juego, el trabajo individual y grupal, recibir visitas, realizar salidas, efectuar convivencias, y participar en la fiesta de fin de curso.
Todo lo anteriormente expuesto cobra su máximo sentido en el desarrollo de las propuestas prácticas, que quedaron constituidas respetando el siguiente orden lógico.
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