A la hora de abordar el tema de las Altas Capacidades Intelectuales de nuestros hijos e hijas, es necesario hablar de nuestra propia actitud como padres y madres con respecto a este tema, ya que de la forma en que lo abordemos estaremos dispuestos a hacer una u otra cosa, o tal vez a ni tan siquiera hacer nada. Por lo anterior es necesario estar seguros de la realidad con la que nos vamos a encontrar, para dar los pasos con firmeza, porque hay que tener en cuenta que la visión que se tiene de padres que se preocupan de sus hijos por poseer talentos intelectuales, sobretodo si sacan buenas notas, es la de que somos padres y madres histéricos, y esto no es así, es sencillamente que lo que nos preocupa a lo mejor no es que saque un diez, sino de que nunca estudia y cada día se esfuerza menos y no tiene hábitos de estudio ni se proporciona desde el centro escolar la motivación para crear estos hábitos. Lo que muchas veces nadie tiene en cuenta es que estas actitudes en el niño tendrán consecuencias en su juventud, y por ende, en su vida adulta. No es cuestión de sacar un 10, sino la forma en que va transcurriendo su vida escolar y los hábitos que va aprendiendo, así como los valores. ¿Cuántos casos nos han llegado de niños o niñas que han sido diagnosticados como de Altas Capacidades, no por su rendimiento escolar, sino por sus actitudes disruptivas en clase? Y según sus padres eran niños con ansia por aprender que han ido perdiendo con el tiempo sin saber porqué, porque en los colegios no les dan soluciones. Hablo en muchos casos de niños a los que sabiendo leer les obligan a aprender la “a” porque es lo que toca. Puede parecer un absurdo, pero para cantidad de familias ha sido una realidad. La intuición de los padres funcionó, pero les dijeron que era imposible que sus hijos tuvieran altas capacidades. Qué quiero decir con esto, que aunque tu hijo o hijo no sea un alumno brillante, no puedes pensar, en absoluto, que no es un niño o niña con altas capacidades intelectuales, tal vez lo que sucede es que puede ser un niño con ciertas capacidades que no ha sido motivado ni entendido. La intuición de los padres y madres es algo que no debe dejarse de lado.
Sé que muchos lectores estarán buscando una solución mágica, o que les demos una receta infalible, pero esta no existe, lo que si que ayudará a vuestros hijos e hijas será que vosotros estéis ahí al 100%, procurando ayudarles, investigando y aprendiendo todo lo que podáis, pero sobretodo sabiendo y teniendo la seguridad de que lo que hacéis tiene un sentido y es necesario. Si de este tema no tenéis mucha idea, os recomiendo que las personas que os aconsejen sean personas que no se basen en los mismos prejuicios que podáis tener vosotros y que fundamentalmente provienen del desconocimiento, tienen que ser personas que hayan estudiado, investigado (mucho mejor), sobre altas capacidades, que por experiencia os digo que no siempre se encuentran entre los profesionales que se suponen atenderán vuestras dudas. No se puede dar por sabido nada, porque os sorprenderéis. Muchas veces lo mejor es utilizar el sentido común y lamentablemente esto no es lo que se utiliza con nuestros hijos e hijas.
Por mi experiencia en el trato de muchos padres y madres (muchas más madres que padres), hay que decir que este es un tema en el que debieran implicarse a medias las dos partes de la pareja, no es una cuestión que pueda abordarse por una parte sola. Con esto quiero decir que si desde el primer momento los dos tratáis de actuar juntos, ninguno será lastre para el otro. Esto es importantísimo.
Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones se puede ver el hecho de tener un hijo o hija con altas capacidades intelectuales como un problema. Se escuchan y leen tantas barbaridades que lo primero que hacemos es mirar para otro lado como si fuéramos de esta forma a alejar el problema, decidimos actuar como “padres avestruces”; pero esta es una actitud errónea, y en muchas ocasiones nos llevará a tener verdaderos problemas en el futuro. A veces vamos dejando pasar el tiempo convencidos de que hacemos mal si nos preocupamos sabiendo que nuestro hijo se aburre en clase porque pensamos que eso es normal, decidimos no ver las señales que nuestros hijos e hijas nos van dejando porque mientras saque una buena nota, para qué echarle cuenta, no tenemos en cuenta que lo importante de esta etapa escolar no es sacar determinada nota, sino aprender actitudes y adquirir valores implícitos en el estudio. Un buen día se nos plantea el hecho de que podría tratarse de que nuestro hijo o hija posee más capacidades intelectuales que otros, y en muchísimos casos lo que ocurre es que comenzamos a justificar la “normalidad” de nuestro vástago porque esto nos dará menos problemas en el centro.
En infinidad de casos nos dejamos llevar por los prejuicios, esos que nos hablan de niños problemáticos, de que los niños de estas características son una especie de bichos raros y que existe uno entre un millón (o entre cien millones), que además desde su más tierna infancia tienen la capacidad de hablarnos de dinosaurios o de astronomía. Preferimos autoconvencernos de que no tenemos que hacer nada porque para eso están los profesores, y porque además sería extrañísimo que tu hijo pudiera tener talentos intelectuales. Pero si decides ahondar un poco en el tema descubrirás que estamos hablando de un colectivo mucho más amplio de lo que la gente se cree. Hablamos de un grupo que podría rondar el 10% (depende de los autores), es decir, no es difícil que en una clase haya un niño o niña de Alta capacidad, es más normal de lo que en principio se cree. Atendiendo a lo anterior, es importante entonces que sepamos que nuestras inquietudes como padres y madres, todas aquellas preguntas que nos hacemos, les están pasando a miles, por lo que nuestro caso es más normal de lo que parece. Para más dudas, os recomiendo que visitéis una página de nuestro blog en la que podrás encontrar características que pueden ayudarnos a reconocer a un chico o chica de Alta Capacidad Intelectual (http://asociacionarete.blogspot.com/p/para-padres-y-madres.html).
Otra de los principales motivos por los que un padre o madre no suele darle importancia a su propia intuición, es porque entiende que existen unas personas que deben ser los que den la voz de atención: los profesores. Lamentablemente en la mayoría de los casos esto no es así. Los maestros no han recibido una formación específica sobre el tema y en muchos casos lo que reconocen es el talento académico, algo que no es sinónimo de Alta Capacidad Intelectual, sino que es un tipo de talento, que además coincide con ese tipo de niño o niña que es muy bueno para los estudios, que saca muy buenas notas, que hace unos deberes impresionantes y que todos quisieran tener la suerte de tener en clase. La realidad es bien distinta, un alumno con altas capacidades intelectuales, en muchos casos no es un alumno brillante, es más, en muchos casos puede ser tildado de mediocre, incluso de nefasto. Según las cifras que daba en el año 2000 el Ministerio de Educación, existía hasta un 70% de bajo rendimiento escolar en este colectivo (si deseas puedes ojearlo en http://es.scribd.com/doc/62922399/INFORME-ANO-2000-DEL-MEC). La clave de esta situación es que la formación sobre este o cualquier colectivo se le supone al profesorado, pero la realidad demuestra que no es así, dos datos devastadores:
1.- No hay detectados en los centros mas que un porcentaje ínfimo de este colectivo, con lo cual esto nos indica que la detección por parte de los profesionales de la educación no es muy efectiva. Es simple, piensa ¿Cuántos alumnos con altas capacidades intelectuales hay en tu centro?
2.- Los casos de fracaso escolar o de bajo rendimiento es muy grande dentro de los detectados, con lo cual nos encontramos conque una vez que se sabe que poseen altas capacidades intelectuales, no se sabe trabajar con ellos, tal y como se establece por normativa. Es decir, la preparación sobre la atención a este tipo de alumnado prácticamente no existe. Y para los que piensen que esto es una exageración, pregunten ¿cuántas Adaptaciones Curriculares Individualizadas o de cualquier tipo se les realiza a estos niños y niñas? Hay que recordar que según la ley este alumnado es de Necesidades Específicas de Apoyo Educativo, y esto indica que necesita cubrir unas necesidades de una forma específica e individual. La cuestión está en que los prejuicios dicen que un niño de 10 no necesita ayuda, pero eso es un absurdo, porque lo hay que hacer con estos niños y niños es enseñarlos a esforzarse, lo cual no sucede, sacan 10 sin problemas pero no se esfuerzan.
Por otro lado nos encontramos que los que mejor detectan según la mayoría de estudios son los padres y madres. En las Asociaciones tenemos mucha experiencia recibiendo a niños y niñas que no han sido reconocidos como de Altas Capacidades Intelectuales por las Administraciones Educativas, pero que al ir a Centros Privados (que no hay que confundirse, tienen la misma validez o más, profesionalmente hablando, para estos procesos de detección y diagnóstico que la Administración Educativa) resulta que no hay ningún tipo de duda, son niños y niñas de Altas Capacidades. Esto nos indica que los padres y madres acertamos muchas veces en nuestras intuiciones y no debe caerse en pensar entonces que nuestra intuición como padres no vale porque no está apoyada por la de un profesor o profesora, porque generalmente acertamos. No podemos dejarnos convencer de que nos equivocamos basándonos en nuestro desconocimiento, porque a veces no hay que estudiar una carrera para ver que nuestro hijo tiene unos intereses distintos a los del resto de niños que juegan con él, o que si lee perfectamente con 5 años y nadie le ha enseñado, es un niño al que debiera tenerse en cuenta para hacérsele unas pruebas de diagnóstico. Sobre las pruebas hablaremos en otra entrada.
Conclusión: “Si tenemos la intuición de que nuestro hijo o hija posee altas capacidades, aunque en el colegio no estén de acuerdo, no debe echarnos para atrás. Hay que comprobar si efectivamente las posee, porque os aseguro que de no hacer lo necesario el día de mañana os podríais arrepentir. Si no eres un "padre o madre avestruz", debes actuar.”
En la próxima entrada, tengo la intuición o la certeza. ¿Cómo empezar?
Diego Rodríguez.
Diego Rodríguez.
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