Sirva esta entrada para aclarar algo que en muchas ocasiones les está ocurriendo a los padres y madres.
Como a mi me toca muchas veces coger el teléfono de información de la Asociación, me encuentro con una cuestión común para la mayoría: el desconocimiento de lo qué hacer cuando tu hijo o hija no es atendido:
"¿Y ahora qué hago?"
Sobre este tema en la Plataforma Excelencia estamos realizando un protocolo de actuación del que se informará en su momento, cuando esté terminado, pero hasta entonces sirva este consejo que siempre doy:
"Frente a la administración lo que valen son los escritos, las palabras se las lleva el viento"
Explicación con un ejemplo:
Hace no demasiado me encontré con un padre que tras una conferencia me comentaba el tiempo que llevaba reclamando atención, años, para su hijo. No le habían hecho caso en nada de lo que había pedido, de hecho constantemente le andaban dando largas asegurándole que iban a llevar a cabo actuaciones que nunca se realizaban. El mayor problema de todo esto, amén de la situación de su hijo, fue que pasados unos años, al haber un cambio de responsable en Delegación, el nuevo desconocía el asunto y no podía hacer nada. No había nada por escrito y se convirtió en la palabra de uno contra la del otro. Mi pregunta quedó contestada antes de ser formulada:
"¿Cuántos escritos has elevado?"
Respuesta: Ninguno. Todo ha sido de palabra.
Conclusión: De qué ha valido estar años peleando por la atención de tu hijo si al final no consta nada y todo lo que has hecho se ha convertido en papel mojado.
Aquí está la clave, que confundimos a la Administración con la persona que nos atiende, es decir, confiamos en las personas con las que hablamos y pensamos que si nos quejamos lo estamos haciendo contra esa persona, le ponemos cara a la Administración y nos aguantamos con las excusas que nos dan, aunque sean las que justifican que tu hijo o hija no pueden ser atendidos en este momento; pero eso no es así, hay que recordar que con la que estamos tratando es la Administración que es sorda pero no ciega, no escucha pero si ve los escritos, de los que no puede deshacerse una vez entregados. Los escritos tienen que ser entregados con registro de entrada, para que nadie pueda tener la tentación de decir, o bien que no sabe nada, o bien que lo que se le dijo de palabra en realidad no se le ha dicho de ese modo. La ventaja de presentar escritos es que todo consta tal y como tú dices y no hay opción para la interpretación, obligando también a la contestación escrita, que es con la que podemos después reclamar si no estamos de acuerdo con la respuesta. Un juez o un superior te va a pedir la justificación de lo que reclamas y las palabras si no han sido fijadas por escrito no quedarán.
Otra cuestión es la de que cuando desde las Asociaciones, desde la Federación, o desde cualquier ámbito, acudimos a Delegación o a Consejería, o a cualquier institución pública, a solicitar ayuda para el colectivo, la contestación siempre es la misma:
"Pues aquí no nos consta que ocurra nada. Los niños están siendo atendidos correctamente, no hay ningún problema. Se están cumpliendo todos los protocolos y la normativa"
Y si le explicamos lo que nos cuentan los padres la respuesta es siempre la misma:
"Está bien lo que dices, pero no hay nada que lo justifique salvo vuestra palabra, no hay ningún escrito que lo apoye, o bueno hay un par de escritos (porque somos muy pocos los que escribimos) y eso son problemillas puntuales que a saber..."
Está claro que si no comenzamos a presentar escritos que muestre lo que sucede, no vamos a conseguir nada, seguiremos protestando cuando nos vemos, pataleando, pero si no nos tomamos esto en serio no vamos a lograr una verdadera atención. No se puede pretender que las entidades representativas consigamos nada si no estamos respaldados por los propios padres y madres. Creo que ya está bien de seguir hablando y comencemos a actuar, porque delante de un juez las palabras se las lleva el viento, no tienen valor salvo si no están fijadas.
Una vez aclarada la duda de la utilidad de los escritos continuaré abordando una cuestión fundamental, y es el miedo que muchas veces tenemos a la represalia por haber escrito una queja.
Ni que decir que si tienes que realizar una queja es porque a tu hijo o hija ya la están tratando mal, y si nos callamos estamos consintiendo en lo que queremos evitar: la represalia intelectual y el maltrato educativo. Es imprescindible dejar bien claro que lo mismo que colaboramos activamente con la educación de nuestros hijos e hijas, también tenemos el derecho de exigir que la entidad a la que se nos obliga a dejar a nuestros hijos e hijas en custodia que realmente haga con ellos lo que se nos ha prometido, educarlos.
Tenemos como padres y madres el gran problema mental de que pensamos que para realizar escritos hay que ser abogados y nos sentimos inseguros, pensamos que es tremendamente difícil y a veces preferimos las palabras de un funcionario tranquilizándonos, como si esto nos asegurara algo. Yo no digo que haya que desconfiar de los profesionales de la Administración, porque no hay que hacerlo y de hecho creo que en la mayoría de los casos son buenos profesionales, pero el hecho de escribir y apoyar nuestras peticiones por escrito, al contrario de lo que creemos, que es un símbolo de desconfianza, es un símbolo de querer ayudarles, porque en muchas ocasiones hay que pasar esa información y ya se sabe, esta se tergiversa al pasar de unos para otros. Lo importante es ser muy claros y concisos.
El proceso es bien simple, en el escrito decir a quién va dirigido y a continuación decir lo que queremos así como la fecha.
A continuación entregarlo en el registro de entrada y quedarnos con una copia firmada.
Cuando lo tengamos guardarlo y los que haya que ir realizando a partir de este, ir adjuntando los anteriores, para que los que los reciban siempre sepan lo que ha ocurrido con anterioridad. Por supuesto en todos aparecerá nuestro nombre, así como la calidad de padre o madre y tutor o tutora legal.
Por si alguno tiene dudas, os puedo asegurar que muchos padres y madres que estaban cansados de hablar, tras las promesas orales incumplidas, haciéndonos caso presentaron escritos, y no tardaron muchos en verse cambios. Esos padres y madres nos han llamado después asombrados porque todo se estaba solucionando, que tras dos años hablando no habían conseguido nada y que en menos de un mes tras escribir todo había cambiado. Una cosa que siempre recomendamos es estar atentos a lo que se hace, porque no vale lo que nos digan o lo que nos escriban, tenemos que saber que se lleva a efecto en realidad, y si no nos gusta lo hablamos y si no sirve hay que remitir escritos y después si sigue sin hacerse nada, elevar escritos por orden jerárquico, sin tener miedo si tenemos que llegar al Delegado o Delegada, o al mismo Consejero de Educación, es nuestro derecho. Os aseguro una cosa, cuando en un centro ven que un padre o una madre hace las cosas correctamente no se atreven a hacer nada contra un alumno o alumna, tienen mucho cuidado porque saben que sus tutores lo van a proteger. A algunos les parecerá esto último una burrada porque ni imaginan que desde un centro puedan tomar represalias contra un niño, pero desde las asociaciones no nos sorprende porque todos conocemos casos en este tema, desde niños expulsados, a bajadas de notas, a tener que cambiar a niños de centros, y por supuesto con esto no digo que suceda en todos, pero si que sucede en algunos.
Otro motivo para no hacer los escritos viene mucho desde los pueblos:
"Es que en el pueblo todo se corre y lo van a ver como a un bicho raro"
Yo pienso que cada uno en su casa es el rey, pero tengo que decir que como tutores legales nuestra obligación es hacer todo lo posible para que nuestros hijos reciban la mejor educación. Cuando se dice esto creo que no se piensa en esto, se piensa en el qué dirán si mi niño sale como superdotado, lo van a ver como un bicho raro, pero no pensamos que cuando pase el tiempo, si el chico no es tratado como se debe va a tener consecuencias, y esas consecuencias (fracaso escolar, inadaptación social, etc) van a hacer que lo miren también como un bicho raro. Lo mejor es ser conscientes de que la superdotación, o las Altas Capacidades Intelectuales no es nada malo de lo que haya que avergonzarse, hay que tratarlo con naturalidad para que los demás lo hagan, aprender y si alguno nos pregunta resolver sus dudas, defender los derechos de nuestros hijos para que no se vean las actuaciones como privilegios y no como derechos cumplidos. En definitiva:
"PARA QUE A NUESTROS HIJOS E HIJAS LOS VEAN COMO NIÑOS Y NIÑAS NORMALES SOMOS NOSOTROS LOS QUE DEBEMOS DE DAR NORMALIDAD AL ASUNTO Y ABORDARLO SIN NINGÚN MIEDO, QUE NO PASA NADA, QUE NUESTROS HIJOS E HIJAS SON DE LO MÁS NORMAL CUANDO SE LES TRATA NORMALMENTE"
Esta es mi opinión.
Diego Rodríguez Toribio.
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